La temporada de lluvias representa uno de los periodos más críticos para el transporte de carga. Pavimentos resbalosos, visibilidad reducida y frenados de emergencia se combinan con toneladas de peso, haciendo que las llantas pasen de ser un elemento de rutina a una pieza clave para la seguridad operativa y el rendimiento logístico.
En esta guía te compartimos las recomendaciones esenciales para minimizar riesgos, evitar paradas imprevistas y proteger tu inversión en carretera.
1. Revisa el estado de tus llantas antes de cada salida
- Profundidad del dibujo (banda de rodamiento): Debe ser mínimo 3 mm. Un diseño desgastado reduce la capacidad de evacuación de agua, elevando el riesgo de derrapes.
- Inspección visual: Detecta grietas, cortes laterales, deformaciones o desgaste irregular. Estos signos indican posibles fallas estructurales.
- Edad del neumático: Aunque el kilometraje sea bajo, las llantas con más de 5 años pierden elasticidad, especialmente bajo lluvia y carga pesada.
2. Mantén la presión exacta según carga y ruta
La presión inadecuada puede provocar:
- Baja presión: Genera sobrecalentamiento, deformaciones y mayor riesgo de aquaplaning.
- Alta presión: Reduce el área de contacto y alarga la distancia de frenado.
Verifica semanalmente la presión con llantas frías y de preferencia utiliza sensores de presión en tiempo real.
3. Evita el aquaplaning, el enemigo silencioso del transporte
Cuando la banda de rodamiento no logra evacuar el agua, el camión literalmente flota sobre la carretera.
Para evitarlo:
- Reduce la velocidad en tramos con agua estancada.
- Evita maniobras bruscas y frenadas secas.
- Si ocurre, no frenes, mantén firme el volante y suelta progresivamente el acelerador.
4. Realiza rotación, alineación y balanceo periódicamente
- Rotación: Cada 8,000 a 10,000 km, ajustada al desgaste real detectado por telemetría.
- Alineación y balanceo: Imprescindibles para mantener estabilidad, consumo uniforme y evitar vibraciones peligrosas, sobre todo en caminos mojados.
5. Considera llantas con diseño para lluvia
Para flotillas que operan constantemente en regiones lluviosas o con caminos de baja calidad, invertir en llantas con:
- Canales profundos de drenaje,
- Compuestos blandos de alta tracción y
- Tecnología anti-aquaplaning
… puede mejorar significativamente la seguridad y el rendimiento en temporada húmeda.
6. No olvides la llanta de refacción
Verifica su estado y presión. Recuerda que cambiar una llanta en plena lluvia implica presión, visibilidad reducida y urgencia: una refacción en mal estado no es opción.
Conclusión
En el transporte de carga, cada minuto cuenta y cada kilómetro tiene un costo. Las llantas no son solo un componente más: son la base que sostiene la seguridad, eficiencia y cumplimiento de entregas en cada ruta.
Invertir tiempo en revisar, rotar y elegir la llanta correcta en temporada de lluvias puede evitar:
- Accidentes costosos,
- Pérdidas logísticas,
- Y daños a la reputación de tu servicio.
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